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No es solo la cama: tu almohada también puede cambiar cómo duermes

Actualizado: 9 jul

Dormir bien es una suma de detalles. Y la almohada es uno esencial.

No subestimes lo que una buena almohada puede hacer por ti. Puede ayudarte a despertar sin dolor, a tener un sueño más profundo, y a sentir que el descanso empieza desde la cabeza… hasta el corazón.

En Amore te ayudamos a encontrar la que mejor se adapta a ti. Porque el descanso no empieza al cerrar los ojos, Dormir bien no es solo cuestión de tener un buen colchón. Hay otro aliado silencioso que muchas veces ignoramos, pero que puede marcar la diferencia entre un sueño reparador… y una noche de vueltas sin parar.

Sí, hablamos de la almohada. Esa pieza pequeña que sostiene tus sueños y también tu cuello.


La almohada es como un buen compañero:

Debe adaptarse a ti, no al revés.

Una buena almohada acompaña tu postura natural, alinea tu columna y alivia la presión en zonas delicadas como el cuello, los hombros o la espalda alta. Cuando está en armonía con tu cuerpo, dormir se siente como un abrazo suave. Pero cuando no… el descanso se rompe.


¿Cómo saber si tu almohada te está afectando?

Estas son algunas señales que te da tu cuerpo cuando la almohada no está haciendo bien su trabajo:

  • Te despiertas con dolor en el cuello o rigidez en los hombros.

  • Tienes sensación de “cabeza pesada” o mareo leve al levantarte.

  • Duermes mejor en el sofá o incluso sin almohada.

  • Cambias de postura varias veces porque ninguna se siente bien.

  • Tu almohada ya está aplastada, deformada o tiene más de 2 años.


Dormir mal por una mala almohada es como usar zapatos incómodos todo el día: al principio lo toleras… hasta que ya no puedes más.


¿Cómo elegir la almohada adecuada para ti?

En Amore, creemos que la almohada perfecta no existe. Existe la mejor opción de almohada para cada uno. Y encontrarla depende de cómo duermes y cómo está construido tu cuerpo.

Aquí te dejamos una pequeña guía para empezar:


1. Si duermes boca arriba:

Busca una almohada de altura media, que mantenga tu cabeza alineada con el cuello. Ni muy alta, ni muy baja. Piensa en un soporte suave pero firme, como una mano que te cuida mientras sueñas. 


2. Si duermes de lado:

Necesitas una almohada más alta y con buen soporte lateral. Debe llenar el espacio entre tu oreja y el hombro, manteniendo la columna recta. Como una barrera amorosa entre tú y el colchón. 


3. Si duermes boca abajo:

Lo ideal es una almohada baja y muy suave (o en algunos casos, no usar).Esto evita que el cuello gire bruscamente y se tensione. Imagínala como una nube muy delgada, que apenas roza tu cabeza. Como La Almohada Siliconada Amore. 





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Ten en cuenta este tip: la almohada también se cambia

Así como tu colchón necesita renovación, tu almohada también. Su vida útil es de 1 a 2 años, dependiendo del uso, la calidad y el tipo de material. Si ya no recupera su forma, si acumula humedad o si no se siente como antes… es hora de decirle gracias y dejarla ir.


Empieza cuando tu cuerpo siente que está en el lugar correcto.



En esta familia, cuidamos cada detalle de tu descanso.


 
 
 

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